Se trata del accesorio más importante del look nupcial. Por lo tanto, es importante que te detengas a pensar cuál será el velo de novia elegido para acompañarte en tu gran día.
No todos los velos de novia son iguales. Esto te ofrece un poco más de libertad a la hora de elegir que otro tipo de accesorios, como los zapatos o las joyas.
Los velos de novia se presentan en muchas longitudes distintas, desde los diseños «a la punta de los dedos» (hasta el brazo) hasta los larguísimos estilos catedral. Aunque suelen estar confeccionados en tul, en ocasiones también podemos encontrar modelos de organza que aportan un volumen adicional.
Ten en cuenta los adornos de tu velo de novia
Independientemente del largo que prefieras, cuando elijas el velo que quieres para tu vestido debes tener en cuenta los adornos.
Si tu vestido ya tiene una maravillosa espalda efecto tatuaje, sería una pena restarle protagonismo en tu camino hacia el altar con una capa adicional de tela bordada. Por lo tanto, en ese caso sería recomendable elegir un velo sin adornos o que solo incorpore bordados en el borde.
Por otro lado, si vas a llevar un vestido sin mangas o con la espalda descubierta, los bordados del velo crearán un acabado increíble sobre tu espalda.
La importancia del volumen
Si deseas seguir con la costumbre tradicional de que tu padre, o la persona que te acompañe al altar, deje al descubierto tu rostro cuando te coloques al lado del novio, debes elegir un modelo de doble capa.
Ten en cuenta que los velos voluminosos podrían resultar incómodos en las bodas al aire libre, especialmente en la playa, debido a que la brisa hace que resulten difíciles de manejar.
En el caso de las bodas civiles o celebradas en el juzgado, la tendencia es optar por un vestido de novia sencillo y corto. Si este es tu caso, un velo a la altura de los hombros o a media espalda le aportará un aspecto de lo más chic a tu look.
Otra alternativa a los modelos más tradicionales son los velos cortos o «blusher». Este tipo de complemento está diseñado para cubrir el rostro de la novia con una capa corta de rejilla o tul. Suele parecerse más a un tocado que al velo de novia que todos conocemos, y se puede retirar fácilmente para guardarlo aparte en cuanto empiece el banquete.
Velos vintage y capas de novia
Otra opción más contemporánea son las capas, que combinan especialmente bien con los vestidos de novia sin mangas o de espalda descubierta.
Las capas de novia confeccionadas en tul ligero u organza aportan volumen y cubren la zona de los hombros y los brazos, por lo que el rostro queda totalmente descubierto. De esta forma pueden, por ejemplo, dar un aire completamente distinto a los ajustados vestidos de corte sirena. Tanto es así, que se están convirtiendo en el accesorio de tendencia preferido por las novias más modernas.
Por último, muchas novias desean que el «algo prestado» de su boda sea un velo de novia vintage que posiblemente hayan heredado de su madre o de su abuela.
Muchos de ellos suelen tener un diseño tipo mantilla, es decir, son piezas de una única capa que se colocan suavemente sobre la cabeza, a unos 5 centímetros del nacimiento del cabello, de tal forma que sus bordes de encaje enmarcan el rostro con delicadeza.
La fluidez de este tipo de velos hace que resulten perfectos para combinar con vestidos de corte sirena. No obstante, en un look pensado al detalle también pueden funcionar a la perfección con estilos princesa y diseños evasé.
Tu asesora nupcial te ofrecerá los mejores consejos sobre cómo elegir el velo perfecto en función de tu vestido y tu ceremonia.
Por último, te recomendamos que explores la colección de accesorios de House of St. Patrick para descubrir más ideas que te ayudarán a crear el look de tus sueños.